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Aprende a iluminar eficazmente cada espacio de tu casa con estos consejos inteligentes
Cada habitación de tu casa tiene un propósito diferente, y las opciones de iluminación deben reflejar eso. Algunas zonas (como la cocina o el lavadero) requieren una iluminación orientada a las tareas, mientras que otras (como los salones) son más adecuadas para una luz general más indirecta. Esto significa que el tipo de lámparas, la intensidad de la luz y la ubicación de la iluminación deben variar según el espacio.
Para determinar la mejor iluminación para cada habitación de la casa, hemos escrito este artículo donde te explicamos cómo equipar cada zona de tu casa para conseguir una iluminación óptima.
Iluminación de cocinas
La mayoría de las cocinas, especialmente las más grandes, necesitarán varios tipos de iluminación para conseguir una iluminación adecuada. Para la iluminación ambiental (o general), elige una lámpara de techo o unas lámparas empotradas que distribuyan uniformemente la luz por el espacio.
A continuación, instala fuentes de luz directamente encima de los puestos de trabajo para iluminar las tareas. Las lámparas colgantes (que deben colgar a unos 35-40 centímetros por encima de una superficie) son una opción de iluminación muy popular sobre una isla, y las luces bajo los armarios son ideales para las zonas de preparación de alimentos.
Completa tu esquema de iluminación de la cocina con luces de acento para una mayor funcionalidad. Las luces de cinta en la zona de los pies (entre el armario y el suelo) pueden proporcionar una luz suave para los viajes nocturnos a la cocina. Las tiras de luz o los focos descendentes pueden mostrar los platos en los estantes abiertos o en las vitrinas.
Las zonas de trabajo de la cocina, como la isla o las encimeras, requieren una iluminación más intensa. Una buena regla general a la hora de comprar bombillas es la de 70-80 lúmenes por metro cuadrado. En las zonas generales de la cocina que no se utilizan para preparar la comida, bastará con unos 30-40 lúmenes por metro cuadrado.
Lámparas para el comedor
El comedor es el lugar donde se conversa y se socializa, lo que significa que un ambiente oscuro y sombrío no es lo ideal. Una buena iluminación general es esencial, por lo que las lámparas de techo, incluidas las empotradas, funcionan bien en los comedores.
Para que la iluminación del comedor sea más llamativa, una lámpara de araña puede ser tanto decorativa como funcional para proporcionar luz general. Cuando instales una lámpara de araña, recuerda que debe colgar unas 33 pulgadas por encima de la mesa en un comedor con techos de 8 pies. Por cada pie que supere los 2,5 metros, añade 3 pulgadas a la medida por encima de la mesa. En cuanto a las bombillas, procura suministrar unos 30-40 lúmenes por pie cuadrado.
Iluminación del salón
Las salas de estar a menudo tienen muchos propósitos, por lo que querrás una iluminación que se adapte fácilmente para el entretenimiento casual, las noches de cine acogedoras y otras actividades.
La iluminación de riel flexible es una opción inteligente para las salas de estar, ya que puede proporcionar iluminación ambiental, de trabajo o de acento. Puedes mover, girar, rotar y orientar las luces individuales para cambiar tu esquema de iluminación en cualquier momento. Los haces de luz ajustables te permiten producir el patrón de luz deseado sin necesidad de cambiar las bombillas.
Si tu sala de estar incluye un televisor, crea una sensación de cine con luces que no provoquen sombras ni deslumbramientos. Las lámparas colgantes son perfectas para iluminar el salón cuando el televisor está apagado. Cuando está encendida, los apliques regulables, las luces de riel y las molduras con luces ascendentes permiten un movimiento seguro sin distraer de la acción. Unos 10-20 lúmenes por metro cuadrado suelen ser adecuados para los salones.
Iluminación del baño
Una iluminación incorrecta en un cuarto de baño puede resultar poco favorecedora o incluso insegura. Evita las luces que apunten hacia el espejo, ya que proyectarán sombras indeseadas. En su lugar, coloca luminarias, como colgantes o apliques, a cada lado de los espejos para conseguir una iluminación más equilibrada. En el caso de un baño compartido, considere la posibilidad de colocar apliques regulables que se adapten a las necesidades de iluminación específicas. La luz brillante es lo mejor para los baños, así que planea iluminar unos 70-80 lúmenes por pie cuadrado.
Iluminación de pasillos
Como zonas de transición entre habitaciones, los pasillos no plantean tantos problemas de iluminación específicos como otros espacios. Elige una lámpara de techo empotrada para conseguir una luz discreta, o coloca unos apliques a lo largo de la pared para conseguir una iluminación indirecta. Normalmente no se necesita una luz especialmente brillante en los pasillos, por lo que entre 5 y 10 lúmenes por metro cuadrado suelen ser suficientes.
